La energía oculta en los ladrillos rojos


Bloques capaces de almacenar energía de última generación se podrían conectar a paneles solares para iluminación de emergencia.

Los ladrillos rojos, utilizados en la construcción de muchas viviendas en nuestro país, podrían convertirse en unidades de almacenamiento de energía, y conectarlos a paneles solares para una iluminación de emergencia.

Guerrero y Cornejo Arquitectos comparte hoy esta novedosa experiencia, que nació de un grupo de investigadores de la Universidad de San Luis, Washington, en Estados Unidos.

Lo más interesante de esta teoría es que su aplicación podría estar disponible en un futuro no muy lejano, y resolver serias emergencias ante la falla de energía eléctrica.

Dicho de otro modo, la pared de ladrillos serviría como un súper capacitor, con la capacidad de ser recargado cientos de miles de veces en una hora.

Según un artículo de la National Geographic, con paneles solares para 50 bloques, se alimentaría una luz de emergencia por cinco horas.

Pero, cómo funciona este principio. La clave está en uno de los compuestos fundamentales de los ladrillos rojos, que a su vez le da su tonalidad.

Se trata de la hematita, un pigmento que comenzó a ser usado por los humanos desde hace casi 73,000 años, y que se emplea ahora en  catalizadores, imanes, aleaciones y materiales de almacenamiento de energía.

Por otra parte, la naturaleza porosa de los ladrillos rojos permitió a los científicos inyectar pequeñas nanofibras de un plástico conductor especial conocido como Pedot.

Este material reacciona ante la hematita y puede almacenar carga según las cantidades deseadas.

Resulta interesante cómo las reacciones químicas convirtieron los ladrillos rojos en un color azul oscuro, y de esta manera se convierten en almacenes de carga estática.

Este principio tiene la ventaja adicional de que ya que se pueden cargar y descargar mucho más rápido que las baterías tradicionales.

Si bien, por ahora solo pueden contener una pequeña fracción de la energía, solo el 1% de la de las baterías de iones de litio, el futuro es prometedor.

Estaríamos hablando de un mundo diferente, renovado y sustentable, donde la multifuncionalidad de los materiales es la clave.

Sobre el riesgo del desgaste constructivo, los investigadores descartaron esa opción, pues los ladrillos rojos generalmente cumplen hoy un papel decorativo en las fachadas de casas y edificios.